La mayoría de los aromas frutales se reproducen sintéticamente en el laboratorio. Hoy en día, las frutas más utilizadas en perfumería son el melón, la pera, los frutos rojos (mora, frambuesa, cereza, fresa, grosella roja ...), melocotón, albaricoque o incluso piña, lichi, mango y papaya.

Las fragancias frutales son cada vez más apreciadas y la combinación de azúcar y fruta ha dado lugar a sorprendentes nuevas fragancias, muy voluptuosas. Esta asociación es actualmente una de las más populares en el mundo de la perfumería. En verano, también somos testigos de aromas más afrutados como lichi, granada, guayaba, papaya. En perfumería, la fruta combina perfectamente con las flores, lo fresco, lo dulce. Con el lado dulce, los creadores se deleitan en inventar perfumes que son tan irresistibles como diabólicos. Además de la fruta, se añaden otros aromas como la regaliz o caramelo. Los aromas frutales suelen ser femeninos y sensuales.